El origen de Congalsa se sitúa a principios de los años 90 en Ribeira. Desde 2006, su sede central se ubica en A Pobra, en donde la empresa acaba de hacerse con más suelo para ampliar su capacidad productiva. El último ejercicio la compañía superó los 151 millones de euros de facturación entre sus centros de Galicia y Portugal. Pero el objetivo de la empresa no es solo una cuestión de números. Desde siempre, la prioridad de Congalsa ha sido ser buenos fabricantes, y para ello la empresa ha mantenido políticas de reinversión de beneficios constantes. Nos lo cuenta Julio Simarro, consejero delegado de Corporación Empresarial Congalsa.

Las empresas cada vez más se preocupan, no solo por el resultado de su balance, sino por el impacto que causan en los territorios en los que están presentes. ¿Cómo lo hace Congalsa? ¿Lo tiene en cuenta a la hora de elegir sus proveedores? 

Julio Simarro: “Sí, desde luego. Uno de nuestros principales nexos de conexión con nuestro entorno viene conformado por las relaciones que mantenemos con proveedores y empresas asociadas. Apostamos por construir relaciones duraderas con este grupo de interés porque entendemos que es una de las vías para avanzar en la innovación de nuestros productos y también en la flexibilidad de nuestra producción, a la vez que contribuimos a impulsar el desarrollo económico de Galicia, una tierra con la que estamos firmemente comprometidos. 

Intentamos priorizar la contratación de materias primas a proveedores locales, siempre que la disponibilidad de recursos esté garantizada. Es decir, tratamos siempre de trabajar con proveedores ubicados en un entorno geográfico lo más próximo posible, pero es necesario también recurrir a proveedores de otras áreas geográficas principalmente debido a nuestros requerimientos de volumen. Así, las compras que realizamos en mercados no locales (fundamentalmente productos pesqueros) se producen debido a la necesidad de encontrar especies que, o bien no están disponibles en mercados próximos, o bien, aunque sí lo estén, éstos carecen del volumen de mercancía que requerimos”.

Si es así, ¿qué porcentaje de proveedores son de proximidad y qué representa en términos económicos? 

J.S: “Actualmente, más de un 50% de nuestras compras las realizamos en mercados de proximidad (locales y nacionales) y, aproximadamente, un 6% adicional procede de mercados europeos. Estos proveedores de proximidad y continentales representan más del 40% de nuestro volumen total de compras”.

Otra forma de tener impacto en el territorio es a través de las políticas de RSC. Congalsa desarrolla el Proyecto Personas desde 2016; ¿en qué consiste? ¿Qué efectos tiene este programa en la estabilidad de la plantilla? 

J.S.: “Nuestro Proyecto Personas, que promueve actividades para cohesionar a la plantilla en horario extralaboral, es una forma de humanizar el proyecto empresarial: de poner a las personas en el centro y generar cultura de pertenencia en torno a la firma y a nuestros valores. 

Así, en su marco, impulsamos diversas actividades lúdicas, principalmente. Algunas de ellas con fines solidarios como nuestra tradicional andaina anual a la que invitamos a participar a familiares y allegados de nuestros trabajadores y a representantes de nuestros grupos de interés. Al hacer balance de esta caminata, convertimos en euros los kilómetros recorridos por todos los participantes y destinamos estos fondos a diversas ONG del área del Barbanza.

También, en el marco del Proyecto Personas, promovemos competiciones deportivas internas (como partidos de fútbol entre trabajadores), concursos de fotografía o de recetas, cursos de defensa personal, concursos con motivos navideños (postales, adornos, etc.) o pequeños viajes y excursiones en barco, como la que solemos realizar anualmente por la ría de Arousa para todos los miembros de nuestro cuadro de personal, entre otras muchas actividades impulsadas a lo largo del año. El calendario de acciones es cambiante y tiene también en cuenta las demandas que nos trasladan los propios trabajadores. 

En definitiva, nuestro Proyecto Personas trata de poner en valor que, sin el esfuerzo de cada uno de nuestros trabajadores, no sería posible prosperar y avanzar como compañía. Sin ellos no hubiésemos podido llegar a convertirnos en lo que somos hoy en día: una empresa de referencia en nuestro sector”.

Congalsa está especializada en elaboración de productos precocinados congelados a base de pescado y marisco; supongo que la empresa no es ajena a la caída del consumo de pescado en los últimos años. ¿Lo han notado? ¿A qué cree que se debe esta bajada del consumo? ¿Cómo se enfrenta a ello Congalsa y cómo logra que sus productos sean atractivos tanto para el consumidor final como para otros canales (Horeca y restauración)? 

J.S.: “En general, el consumo de pescado sí ha descendido en los últimos años y, especialmente, entre la población joven que percibe que otros productos, soluciones y referencias alimentarias se adaptan mejor a sus gustos, a su poder adquisitivo o, simplemente, a su conveniencia. Por ello, tenemos el reto de conseguir adaptar nuestros productos a estos consumidores y que sean los más apetecibles posibles para todos ellos.

En nuestro caso concreto, no hemos notado el descenso del consumo de pescado, ya que elaboramos productos de valor añadido, que vamos adaptando a los nuevos modos de consumo y gustos de nuestros clientes (que evolucionan a lo largo del tiempo). Como ejemplo de esta adaptación, hemos lanzado productos susceptibles de ser cocinados en freidora de aire, un electrodoméstico cada vez más introducido en nuestros hogares. 

Otro ejemplo significativo de nuestra flexibilidad y capacidad de cambio y adaptación a nuestros clientes lo tenemos en la restauración. En esta área se nos demandan formatos y envases cada vez más pequeños y dimensionados, pues el espacio de almacenamiento de los locales es, en muchos casos, limitado”.

¿Cuáles son las prioridades de su departamento de I+D a la hora de lanzar nuevos productos? ¿Sacarán nuevas líneas o productos en este 2024? 

J.S.: “En Congalsa, trabajamos muy activamente y con nuestro propio equipo de I+D tanto en el desarrollo de nuevos productos, como en la mejora o la adaptación de los existentes, para satisfacer las necesidades de nuestros clientes, bien para adaptarnos a nuevos métodos de cocinado o bien para acometer otros procesos como, por ejemplo, mejoras y limpieza de etiquetas a través de la eliminación de diferentes aditivos. Además, facilitamos la introducción de mejoras de coste de producto para rebajar el precio de compra por parte de los consumidores. 

En nuestra empresa, nos caracterizamos por impulsar el lanzamiento de lo que denominamos productos SSSC. Es decir, sabrosos, saludables, sostenibles y convenientes.

Este 2024 seguiremos apostando por potenciar la venta de pescado local y de temporada, como la caballa, ofreciendo valor añadido al consumidor con producto ya limpio y fileteado, así como otras referencias también con base de pescado como nuevos filetes de merluza rebozados con huevo o filetes de lirio empanado o con base de cefalópodo, con unas nuevas anillas empanadas”. 

Recientemente la empresa adquiría 6.000 metros cuadrados de suelo en el mismo polígono en donde está asentada, A Tomada (A Pobra). ¿Qué planes tiene la compañía para este nuevo suelo? 

J.S.: “Sí, hemos adquirido dos nuevas parcelas en A Tomada, contiguas a aquellas en las que ubicamos nuestra actividad principal, con naves incluidas, y que constituían la sede de la antigua Lumafer. Con esta compra, reforzamos nuestra apuesta por el Barbanza y por Galicia, dándole una mayor dimensión y fortaleciendo nuestro proyecto. 

Las nuevas parcelas numeradas como P16 y P17 nos permitirán ampliar nuestra capacidad productiva con nuevas líneas de valor añadido de productos pesqueros.

Estas parcelas se suman a las siete que ya poseemos en el polígono de A Pobra do Caramiñal: la P10 (orientada a aparcamiento), la P13, P14, P15, P19 (destinadas a actividad fabril) y la P18 y P20 (que se utilizan como instalaciones frigoríficas, principalmente)”.