Participa en el proyecto Biostruct

La viguesa Amura lidera una investigación sobre el uso de biocomposites en fabricación náutica

La empresa viguesa Amura ha puesto en marcha el primer centro de investigación y desarrollo del sector náutico en España de iniciativa privada, desde donde trabaja en un proyecto para fabricar con biocomposites en el sector.
La viguesa Amura lidera una investigación sobre el uso de biocomposites en fabricación náutica
Equipo de Amura: Cándido Da Silva, director ejecutivo; Ángeles Rosales, directora financiera; Rebeca P. Cid, directora administrativa y Enrique J. Rodríguez, director de Operaciones.
Equipo de Amura: Cándido Da Silva, director ejecutivo; Ángeles Rosales, directora financiera; Rebeca P. Cid, directora administrativa y Enrique J. Rodríguez, director de Operaciones.

El proyecto Biostruct, financiado por el programa Horizonte Europa con 8 millones de euros, se propone desarrollar tecnologías avanzadas para la fabricación de piezas en composites a partir de biomateriales. Su objetivo principal es resolver los desafíos técnicos asociados al actual uso de biocomposites en aplicaciones estructurales, un avance que promete revolucionar la construcción industrial de embarcaciones ya que permitirá que “cualquier ingeniero del mundo, con la ayuda de un software, pueda hacer sus cálculos estructurales para la construcción industrial de embarcaciones con materiales sostenibles“, explica el director de Operaciones de Amura, Enrique J. Rodríguez.

Para obtener los datos necesarios para la fabricación de estructuras con biomateriales, el proyecto Biostruct desarrollará una pala de rotor para plantas de energía eólica y un barco completamente fabricado en Vigo por Amura, utilizando fibras naturales y bioresinas. Este prototipo, de 6 metros de eslora y construido íntegramente en lino, estará equipado con sensores para recopilar información sobre el comportamiento de la estructura en condiciones reales de navegación en la ría de Vigo, que luego serán utilizados para validar los resultados de simulación.

Hasta la fecha, la simulación del comportamiento de estas estructuras ha sido un obstáculo debido a los numerosos problemas técnicos y la falta de datos para garantizar su viabilidad.

El proyecto Biostruct estudia el uso de biocomposites en aplicaciones estructurales de forma que se reduciría notablemente el empleo de fibra de carbono y de vidrio, materiales de los que Europa tienen un gran dependencia ya que el 80 por ciento procede de terceros países y la mitad del 20 por ciento restante se construye bajo licencias extranjeras.

Según Enrique J. Rodríguez, "la participación de una empresa viguesa en un proyecto de esta magnitud subraya la importancia y necesidad de liderar la construcción de embarcaciones con biocompuestos, una meta alineada con los objetivos de la Agenda 2030".

10 socios

El consorcio BioStruct, compuesto por diez organizaciones europeas, fue lanzado en un evento inaugural celebrado en la ciudad austriaca de Steyr.  Esta asociación público-privada europea está integrada por diez organizaciones: Profactor (Austria), Abele Ingenieure (Alemania), Amura (España), Bladeworks (Italia), cidetec (España), Enginsoft (Italia), Ideko (España), Lumosbribe (Chipre), NOMA Resins (Polonia) y Techtera (Francia).

Con el crecimiento proyectado del mercado de biocompuestos, el consorcio prevé un mercado potencial de alrededor de 100 millones de euros para 2030, lo que contribuirá significativamente a una reducción estimada de las emisiones de gases de efecto invernadero de entre 2,5 a 4,3 millones de toneladas de CO2 por año.

BioStruct, cofinanciado por la Unión Europea a través del programa Horizonte Europa, tiene prevista su finalización para diciembre de 2026. Este ambicioso proyecto no solo impulsa la innovación en la industria náutica, sino que también demuestra el compromiso de Europa con la sostenibilidad ambiental y el desarrollo tecnológico de vanguardia.

La viguesa Amura lidera una investigación sobre el uso de biocomposites en fabricación náutica