Los agricultores y ganaderos de Lugo recibieron el año pasado 12,4 millones de euros en indemnizaciones. A continuación, se sitúan los de A Coruña (9,6 millones), Pontevedra (3,1 millones) y Ourense (2,1 millones).

Por línea de seguro, destacan las indemnizaciones abonadas a los ganaderos gallegos asegurados en las diferentes líneas de vacuno, que crecen hasta los 13,5 millones, un 7% más que en el año 2022. Además, la línea de seguro que cubre los gastos derivados de la retirada y destrucción de animales muertos alcanzó otros 12,9 millones.

Por su parte, las líneas de seguros agrícolas y forestales suman 804.000 euros en indemnizaciones, tras una campaña más benévola (a diferencia de 2022, con daños severos para los agricultores gallegos) gracias a una menor incidencia de heladas o tormentas de pedrisco. Los siniestros se reparten entre productores asegurados de viñedo, forestales, hortalizas, forrajeros, herbáceos extensivos o fresón y frutos rojos, entre otras líneas.

Respecto a estas cifras, desde Agroseguro se resalta que la alta siniestralidad e indemnizaciones abonadas confirman los graves efectos de la realidad climática actual, y constatan la necesidad de contar con un seguro agrario para garantizar el futuro y viabilidad de las explotaciones agrícolas y ganaderas. El aumento de los fenómenos meteorológicos graves ha sido constante a lo largo de la última década, como lo pone de manifiesto el máximo histórico de indemnizaciones registrado en 2023 a nivel nacional: 1.241 millones de euros. En concreto, las cuantías abonadas en el periodo 2017-2023 son, junto a 2012, las más elevadas en los 43 años de historia del sistema español de Seguros Agrarios Combinados.