Sandra Velo, inspectora de la Agencia Estatal Tributaria (AEAT) en Lugo, fue la encargada de realizar un recorrido por las principales novedades y obligaciones de ambas normativas, haciendo hincapié en los plazos de entrada en vigor, que el caso de los programas informáticos está establecido ya para el 1 de julio de 2025 y el de obligación de factura electrónica paulatinamente (con plazos de uno a dos años) desde la aprobación de los respectivos reglamentos, que se esperan para inicios del 2024. 

Velo explicó también en detalles las personas y operaciones que estarán sujetos a los deberes de facturación electrónica, requisitos de la factura electrónica y softwares especializados, sistema VeriFactu o régimen sancionador.

Soporte a las empresas

Jaime López, secretario general de la Confederación de Empresarios de Lugo (CEL), y Miguel Fernández, diputado da Área de Formación, Enseñanza y Economía del Conocimiento de la Diputación de Lugo, inauguraron el encuentro, resaltando en ambos casos la colaboración estrecha y sostenida en el tiempo entre las dos entidades para el desarrollo de acciones de soporte a las empresas de Lugo.

En este caso, la organización de esta jornada estuvo motivada “por la propia demanda de las empresas que habitualmente utilizan nuestros servicios de información y asesoramiento”, en palabras del secretario de la CEL, pues las nuevas obligaciones en materia de facturación electrónica son ya frecuente consulta entre las empresas asociadas a la organización empresarial lucense.

Cambio total de sistema

Las modificiaciones que introducen las nuevas leyes en materia de facturación electrónica supondrán un cambio total en los sistemas de trabajo de las empresas. Teniendo esta premisa en cuenta, Jaime López indicó que para la operativa de las pequeñas (y pequeñísimas) empresas propias de nuestro tejido productivo, o de los autónomos, este cambio no es fácilmente abordable”, subrayando que “en un momento en el que los procesos de digitalización empresarial están todavía en muchos casos en ciernes, el cumplimiento de estas nuevas obligaciones se antoja complejo”.

No obstante, destacó la “repercusión positiva de los procesos de transformación digital en el crecimiento y la mejora de la competitividad empresarial” y que, con los nuevos sistemas de facturación, se trata de una “digitalización inaplazable”.