Las pymes tienen oportunidad entre los grandes

Hay cierto consenso en el mercado en afirmar que la crisis, entendiendo por este término la que se originó en 2008 y siguió afectando a la economía española durante muchos años, ha terminado para dar paso a la economía con la que viviremos en 2017, con un crecimiento esperado alrededor del 2,2%, especialmente gracias a las exportaciones y el turismo.

El turismo ha marcado records históricos este último año, pero no acaba de encontrar un entorno de confianza que impulse lo suficiente la inversión y la creación de empleo para decir que la economía se encuentra en buen estado.

La incertidumbre relativamente optimista es el nuevo estado de ánimo colectivo y sólo nos queda asumirlo y -sacar lo mejor posible del mismo. A esta conclusión llegó el equipo de DMA Advisory en el “Estudio de análisis de tendencias para 2017”, elaborado tras analizar los escenarios que pueden afectar de forma importante el desempeño de las empresas.

La buena evolución del crecimiento de la economía española vuelve a depender de los precios del petróleo. La drástica reducción que tuvo lugar a finales de 2015 contrajo los precios de producción y transporte e impulsó el consumo total de la economía al liberar recursos. Pero nuestra economía históricamente es dependiente energética, por lo que se verá afectada si se ejecuta el consenso al que la OPEP llegó hace algunas semanas, instigada por economías como la saudí y la rusa, a su vez dependientes de las ventas de petróleo. Estas bajaron sus precios para luchar contra la inversión en infraestructuras de fracking pero dado el fracaso de esta medida, y su sufrimiento financiero, es posible que acuerden reducir la producción para aumentar los precios, lo que nos afectaría notablemente.

Este será un año exigente y de cambios a los que habrá que adaptarse y comprender para no quedarse fuera de juego. Nuestra evolución socioeconómica en los últimos 25 años se caracteriza por ciclos que empiezan y terminan cada vez más rápido, olas que crecen y se rompen incluso antes de que algunos lleguen a saber que estaban ahí y 2017 pinta que será exactamente igual.

¿Qué pasa con Trump?

Desde su triunfo en noviembre pasado todos los análisis pasan por un condicionamiento muy fuerte hacia el efecto Trump en la economía mundial. Pues bien,  independientemente de su efecto, nosotros abogamos por la prudencia en la alarma. Las cosas van a seguir funcionando, lo más conveniente es esperar a observar las posibles medidas adoptadas por los Estados Unidos. La economía es una ciencia de la observación y en nuestra opinión, suele ser lo normal que donde se cierra una salida, pueden abrirse otras nuevas. Este fenómeno está identificado: se llama oportunidades.

De Trump podemos esperar este año un fuerte aumento de la inversión en infraestructuras, del que tal vez se beneficien algunas de nuestras empresas, así como de recortes en impuestos empresariales y una liberalización general de la economía excepto en materia de comercio exterior, donde se puede esperar que el presidente electo “barra para casa”. Todavía está por ver cuáles serán los efectos de su administración en la economía mundial, lo que es seguro es que las habrá y serán relevantes.

En lo tocante a China, el Partido Comunista enfrentará un congreso nacional a finales de este año, por lo que se espera que el gobierno, que juega un papel fundamental en la economía del país, busque un año tranquilo y manteniendo la estabilidad para no alterar las cosas de cara al encuentro. Desde el punto de vista macroeconómico, China ha visto una desaceleración de su economía, debido en parte a su apuesta por potenciar el consumo interno de su población. Otro factor que podría afectar la economía mundial y afectarnos en España, es una posible subida de aranceles a los productos chinos… pero se trata de analizar tendencias, no nos adelantemos.

La Unión Europea, principal socio comercial de España con diferencia, siguió y sigue adolecida del crecimiento económico más bajo entre las regiones del mundo, con una tasa de desempleo comunitario del 9,8%, la tasa regional más alta del mundo, una inflación que no pasa del 1,1% (el objetivo del Banco Central Europeo es 2%) y 2 años de 60 mil millones en estímulo monetario mensual, que se mantendrá durante todo 2017, incluso con tipos de interés centrales próximos al 0%. Al menos en este aspecto, esperamos que la situación se mantenga más o menos como ha venido del pasado año.

De lo macro a lo micro

En lo nacional, España cerró 2016 con una tasa de crecimiento del 3,3%, la mejor de toda Europa con diferencia (habiendo conseguido ya recuperar el PIB de 2010), aun adoleciendo de un paro superlativo del 18,9% y de una creación de empleo que reduce la cifra de la EPA pero que no aumenta el consumo privado en su misma proporción, a causa de empleo temporal y de poca retribución. Al menos, en lo político, esperamos pocas turbulencias este año con un Rajoy que tendrá que batallar para gobernar, pero sin cuestión en su liderazgo.

En este marco en que los vientos no soplan desfavorables suena con insistencia un fenómeno que habla de crecimiento y parecía hace poco de futuro pero ya está aquí, es la ola de la digitalización. Destaca en Europa y nuestro país particularmente, el imparable ascenso de Amazon como sitio de compra de cada vez más consumidores en España. Amazon saturó completamente a Correos, Seur, MRW y demás principales transportistas de paquetería durante el Black Friday y las compras de Navidad, retrasando envíos en algunos casos durante semanas. Guste o no, la ola del comercio electrónico es imparable, los consumidores quieren comprar a través de sus móviles, ordenadores y tablets y todos, las pymes también, deben estar a su disposición en Internet.

Otra de las claves del año que entra es la multicanalidad, entendida como la omnipresencia de los vendedores en todos los medios a través de los cuales son accesibles (por cierto, no tener página web en 2017 ya es casi delito, aunque sea pequeña). Las grandes empresas son conscientes de ello y no hay razón para que las PYMES no hagan también algo al respecto. Amazon, Alibaba y la mayoría de plataformas (otra de las páginas crecientes en este año es Aliexpress, su filial europea) ofrecen su estructura, posición y conocimiento del mercado a través del big data del mercado para ofrecer sus servicios a pequeños vendedores, con costes por productos vendido y cuotas anuales irrisorias.

Otro aspecto interesante, más relativo al entorno físico, es el de los pagos móviles, y es que la digitalización no atañe únicamente al entorno online. El software de pago digital para teléfonos con tecnología NFC, ya ampliamente extendidos en sus versiones nacionales en otros países de Europa, tienen visos de pisar fuerte este año en España, requiriendo de la adaptación de los comerciantes a TPVs y cuentas bancarias capaces de trabajar con esta tecnología.

Hablando ya del ámbito más interno de las empresas, desde DMA Advisory se advierte la importancia de “incentivar un modelo de liderazgo empresarial más flexible, encarado a objetivos y empático, teniendo en mente que un empleado contento es un empleado eficiente y un equipo motivado es un equipo eficaz. La tiranía y la rigidez en el mundo del freelance resultan cada vez más difíciles de digerir”.

Esta actitud es especialmente importante con la generación millenial, muchos de ellos ya incorporados de lleno en el mercado laboral, cargados de formación y talento pero necesitados de un empujón de motivación y visión de largo plazo para explotar todo su potencial. Será muy difícil encajarlos, y sobre todo mantenerlos, integrándolos en estructuras rígidas operativas en las que se sientan como engranajes dentro de una máquina que no terminan de comprender. Para trabajar con ellos es necesario que comprendan por qué están ahí, qué se espera de ellos y darles apoyo a la vez que libertad.

De esta manera el balance es realista en cuanto a las señales de mayor incertidumbre que en años pasados. Pero, si sobrevivimos a un año sin gobierno y crecimos, ¿por qué abordar con pesimismo ante escenarios convulsos que se avecinan? Hay que tener cintura e interpretar las señales en tiempo real.

David Martínez Alonso, colegiado nº 212

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