Me pongo mañana

Lo de procrastinar está empezando a ser un lujo. El dejar todo para mañana, la procrastinación tradicional, nos perjudica claramente. El teletrabajo y la automatización que estallaron durante el confinamiento por el covid-19 han hecho que digitalizar no sea un pendiente, es un estado crítico si no lo tenemos incorporado en nuestro sistema de trabajo.

O te digitalizas o estás perdido. Es el año de la última oportunidad para “pasar del offline al online”. Ya no hay más tiempo, ya hemos dejado pasar unas vacaciones no esperadas, pongámonos manos a la obra.

Ahora más que nunca la clave es formarse, reinventarse. No poner barreras a nada. Lo que va a venir no lo conocemos, pero es urgente formarse en las claves que nos permitirán mantenernos activos. Combinar aquello nos hace felices con las nuevas tendencias, es una buena fórmula.

Ahora más que nunca es importante tener en el centro al cliente. Aportarle tu mayor valor, paradójicamente para llegar a dar un trato personal hace falta la tecnología.

Se está produciendo una crisis descomunal pero que da origen a una oportunidad también descomunal. La clave más que compartir puede ser ayudar, ser generoso colaborando en la salida de esta crisis. De esa manera no nos afectará si no vemos retorno, pero ayudará a conocer al nuevo cliente post-covid. 

La pandemia ha sido la bofetada que nos hacía falta para reaccionar, para cambiar, pero hay gente que no quiere reactivarse. Para construir algo grande a veces primero hay que destruirlo todo, reorganizar la base sobre la que te sustentas.

Ahora es el momento del equipo, el grupo, nos estamos jugando cosas muy importantes, es la tercera guerra mundial silenciosa. Sin duda estamos en un escenario de incertidumbre para el que el ser humano no está preparado. Por lo que ahora volvemos a potenciar el cerebro reptiliano, la parte del cerebro que se dedica a la supervivencia. 

En tiempos de crisis Estados Unidos se pone a crear y producir, China reacciona y potencia el grupo… y Europa legisla. Cambiemos esa tendencia.  Es el fin de los trabajos para toda la vida. Los estudios largos no siempre son fructíferos. Son útiles las formaciones orientadas a soluciones con demanda, eficaz y productiva.

Debemos preguntarnos si estamos poniendo en marcha las acciones que debemos tomar ya. Estamos a tiempo para reinventarnos y no tener miedo a sobrellevar las nuevas circunstancias y sobrevivir. No tengamos miedo al cambio, no es simplemente una crisis, es también una gran oportunidad. Activar soluciones en los sectores agropecuario, logístico, limpieza, comunicación… Seguiremos analizando esta interesante tendencia.