Informe sobre la fiscalidad gallega en comparación con el resto de autonomías

Impuestos locales más bajos, pero por encima de la media en IRPF y Transmisiones Patrimoniales

El profesor Alberto Vaquero, del Foro Económico de Galicia, ha presentado un estudio comparativo entre los impuestos que ciudadanos y empresas pagan en Galicia con respecto al resto de autonomías.

Impuestos locales más bajos, pero por encima de la media en IRPF y Transmisiones Patrimoniales

El estudio releva que los gallegos están en la parte alta del IRPF y Transmisiones Patrimoniales, pero tienen impuestos locales más bajos que en otras comunidades.

El informe concluye que Galicia, en comparación con el resto de autonomías de régimen común, se sitúa en niveles de imposición bajos en los tributos locales y el impuesto sobre matriculación. En sentido contrario, las exigencias tributarias son mayores que la media en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, a pesar de los cambios introducidos para el ejercicio fiscal de 2016. También en el Impuesto de Patrimonio y en el Impuesto Especial de Hidrocarburos, que no presentan cambios este año.

En el caso del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, la diferencia más sustancial de Galicia respecto a otras CCAA como Madrid, hasta 2015, fue la existencia de un límite a la bonificación fiscal en el caso de sucesiones o su no existencia en donaciones. Sin embargo, en la última modificación fiscal en Galicia en el ISD, se introduce una reducción de 400.000 euros por herencia para descendientes y adoptados de más de 25 años, cónyuge y ascendentes, y una deducción del 99% para el grupo I de parentesco, lo que va a reducir notablemente la presión fiscal por este impuesto.

Finalmente, en el IRPF en Galicia se sitúa en el grupo de comunidades autónomas de presión fiscal media, y hasta baja cuando hablamos de niveles de renta más elevados (por encima de 200.000 euros). Teniendo en cuenta las modificación aprobadas para 2016, en el tramo autonómico del IRPF se reducirá la recaudación por las rentas más bajas, al mismo tiempo que es esperable un aumento de la presión fiscal en las rentas más elevadas.

Impuestos locales más bajos, pero por encima de la media en IRPF y Transmisiones Patrimoniales