José Sierra, gran empresario y mejor persona

Hubiera querido no tener que escribir nunca estas palabras. Ello significaría que el Sr. Sierra -como le llamaba desde mi profunda admiración y respeto- estaría todavía entre nosotros. Me refiero, a su presencia física, porque el poso que ha dejado en todas las personas que le conocimos permanecerá inalterable a pesar del inexorable paso del tiempo.

José Sierra, n presidente de la Cámara de Santiago.
José Sierra, fundador de Urovesa y presidente de la Cámara de Santiago (hasta febrero de 2023), falleció este lunes 24 de julio a los 82 años.

El Sr. Sierra era uno de esos grandes hombres en el que confluían todas las virtudes de un auténtico líder: respeto, valentía, determinación, conocimiento, generosidad y, sobre todo, humildad. “Sólo es grande en la vida el que sabe ser pequeño” me dijo en alguna ocasión.

A nivel profesional, poco cabe destacar de su prolífica trayectoria empresarial por sobradamente conocida. Corría el año 1981 cuando en nuestra ciudad abría sus puertas URO VEHÍCULOS ESPECIALES, S.A. (UROVESA), empresa dedicada a la fabricación y montaje de vehículos especiales y todoterreno, de la que fue promotor y fundador, director y gerente, presidente y consejero delegado, hasta que, en el año 2016, fue nombrado presidente de Honor y asumía el legado de su padre al frente de la compañía, su hijo Justo, del que se sentía profundamente orgulloso. Lo mismo cabría decir de sus hijas Cecilia y Cristina y de su mujer, Mercedes, fiel compañera, de las que me ha conversado en infinidad de ocasiones y por las que sentía profunda devoción. UROVESA, junto con su familia, han sido los grandes pilares de su vida.

He tenido el privilegio de poder conocer en primera persona y de su propia voz cómo se gestaron sus inicios y las dificultades iniciales para conseguir financiación en una época en la que no todos creían en el potencial y viabilidad de su proyecto. Gracias a su coraje y determinación esa incipiente iniciativa empresarial es hoy una empresa sólida, pionera y referente internacional en su sector. Un orgullo para Galicia.

Aunque no le gustaba hablar de condecoraciones, no podemos olvidarnos que entre sus múltiples y merecidos reconocimientos figura el premio Gallego del Año concedido por el Grupo Correo Gallego, el premio a la Excelencia Empresarial otorgado por el Club Financiero Santiago, la obtención de la Cruz al Mérito Militar con Distintivo Blanco, el premio al mejor empresario de automoción entregado por ASEPA (Asociación Española de Profesionales de la Automoción) y, más recientemente, el premio Empresario Gallego del Año que recogió su familia en su nombre, en el marco de la jornada O Encontro 2023, organizada en A Toxa por el Centro de Estudios Superiores Universitarios de Galicia (Cesuga). 

Al margen de su faceta empresarial y profesional, el Sr. Sierra merece ser recordado también por su faceta personal y su gran calidad humana. Hombre exquisito en el trato. Extremadamente respetuoso, humilde, cortés y caballeroso. 

Le conocí personalmente en el verano del año 2018. Acababa de ser elegido hacía unos meses como presidente de la Cámara de Comercio de Santiago y me pidió reunirme con él en su despacho de San Pedro de Mezonzo. Entré nerviosa y sorprendida acudí a la cita. Quería preguntarme si estaría dispuesta a asumir la Secretaría General de la Cámara. Debo reconocer que me recorrió una mezcla de vértigo y orgullo al mismo tiempo. Vértigo, por la responsabilidad de asumir un reto tan importante en un momento clave para la supervivencia de la institución; y orgullo, por la confianza depositada en mi persona. Inevitable el aceptar, aun no sabiendo si sería capaz de estar a la altura de lo que se esperaba de mí. El tiempo que puede compartir con el Sr. Sierra, antes de que la enfermedad asomase su semblante más cruel, fue intenso en trabajo y aprendizaje. Recuerdo que siempre tuvo una palabra de cariño y afecto en el momento preciso. Cuando, por mi inexperiencia, en alguna ocasión titubeaba, restaba importancia al error alegando que los dos éramos aprendices, él, como presidente de la Cámara, y yo, como secretaria general. Tal era su generosidad. 

Al Sr. Sierra no sólo le debo la oportunidad que me brindó, el haber sido acreedora incondicional de su confianza y el haberme aupado en los momentos difíciles –espero haber estado a la altura y que allá donde esté se sienta orgulloso del trabajo realizado- sino también el haber creído en la labor desempeñada por la Cámara de Comercio de Santiago, en su momento más difícil, y el haber dado un paso al frente liderando una candidatura conformada por grandes empresarios de nuestra demarcación quienes con su esfuerzo, conocimiento y, también, generosidad, han sido capaces de “dar la vuelta a la Cámara”, afianzando su viabilidad, en tanto que institución referente en el mundo empresarial. El amor que el Sr. Sierra sentía por la Cámara, provenía de su gratitud por el apoyo recibido de la entidad cameral en los primeros pasos de la internacionalización de UROVESA. Ser Presidente de la Cámara suponía -según sus propias palabras- el “devolverle a la sociedad parte de la ayuda recibida”.

No puedo, por tanto, sino estarle eternamente agradecida.

En nombre del Pleno de la Cámara de Comercio de Santiago, en el de todo su personal y en el mío propio, espero que te llegue nuestro cariño, gratitud y admiración. Descansa en Paz, querido Sr. Sierra. Nos quedará para siempre tu legado.

Rosa Mary Cardeso Trillo, secretaria general de la Cámara de Comercio de Santiago