Carta al director: Aprendamos algo de todo esto

Nos soy economista, o sí, vayamos por partes; tengo una empresa desde hace 22 años con 15 trabajadores, a los cuales tengo muy claro que NO VOY A DEJAR ATRÁS, pero desde mi punto de vista y viendo desde la distancia el papelón que están haciendo nuestros servidores públicos, creo sinceramente que no podemos esperar mucho de ellos, sin importar el color o ideología, es decir, ni los de un lado ni los del otro.

Desde mi sofá, con el telediario puesto de fondo escuchando día tras día las pésimas noticias sanitarias y como la clase política se tiran los trastos a la cabeza, lo único que queremos los ciudadanos es soluciones rápidas de implementar e inmediatas, no promesas y vaguedades.

A mi juicio, creo una de las medidas que se podrán tomar para incentivar el consumo NACIONAL, es que las empresas promocionemos la producción interna desde varias líneas de trabajo. Por un lado, y desde el sector industrial, yo propongo que las empresas que consumamos productos manufacturados en España, dispongamos de un incremento porcentual de su gasto en la liquidación del impuesto de sociedades, es decir, sería que si consumo 100 € nacionales gastaría fiscalmente 120€. Con esta simple operación se incrementaría el consumo interno y se reduciría la tan dañina importación de producto desde China, India y demás países de oriente.

Al promocionar este consumo interno, fomentamos la industria nacional, nuestro patrimonio, la contratación de personal y la creación de empresas.

¡Señores y Señoras!, tenemos que levantar la industria nacional y elevar su peso en el PIB. Los que pertenecemos al sector industrial lo llevamos diciendo años y nadie nos hacía caso: ¡España First!

A nivel de consumo privado también se me ocurre que la compra de lavadoras, placas vitrocerámicas, coches, neveras, muebles, televisores, ropa, lámparas, sofás, cortacésped, taladros de mano, bebidas, telecomunicaciones… que sean de manufacturación nacional, puedan tener desgravación en el impuesto de la declaración de la renta, por ejemplo, presentando la correspondiente factura y que deberá llevar codificado el correspondiente artículo con su sello de HECHO AQUÍ, en ESPAÑA, como decimos en Galicia “feito na casa”.

Este sello podría disponer de un porcentaje nacional, es decir, en función del % de trabajo y material que fuese nacional y sabiendo el % que sería de importación. Este % es el se podría utilizar en la desgravación en la declaración de la renta. 

Soy consciente, que es una medida compleja de implantar y, sobre todo de gestionar y controlar, pero es el momento de trabajar y luchar.

Por otro lado, considero que es imprescindible reformar de forma real y verídica, el control de los productos que entran en nuestro país. Nuestra empresa, GTG Ingenieros, es especialista en la Certificación CE en maquinaria industrial y en fabricación de equipos de seguridad industrial y laboral, y desde hace años hemos trasladado nuestras quejas de que no se están haciendo los controles de calidad y las certificaciones necesarias a los equipos que se importan a nuestro país.

No es simplemente el hecho de que se comercialicen productos con falta de calidad o inseguros (que también), el problema es que no se comercializan productos nacionales ni con materia prima nacional.

Si una empresa de acero Inoxidable lo comercializa con las correspondientes certificaciones de calidad en AISI 304 ó AISI 316, no es aceptable que una máquina importada desde China con el “supuesto” mismo certificado de calidad y su “supuesta” certificación CE, resulte ser como papel de fumar, que no valga para producir correctamente, se deshaga al pasarle una broca de taladro y/o se oxide en pocas semanas.

¿Cómo puede ser que se permita su entrada por aduanas?, por mucho marcado CE que lleve es necesario controlarlo y ofrecer garantías.

¡Para eso estamos los ingenieros!, llevamos años insistiendo en que la certificación de maquinaria, equipos y productos no se está haciendo correctamente, y es una puerta abierta para que accedan a nuestro país productos que, confundiendo al consumidor por disponer de certificaciones falsas, desacreditan al producto nacional al no estar comparando ítems iguales; tachando equívocamente al producto nacional de excesivamente caro, cuando la realidad es muy diferente. Es imprescindible que fabricantes nacionales e internacionales cumplamos las mismas condiciones.

Estos últimos días han puesto de manifiesto la problemática con las certificaciones CE en España, que llevamos arrastrando desde hace más de 20 años, ya que los que no son profesionales de este tema, se han encontrado con este problema al adquirir materiales y equipos para combatir el Covid-19, ítems a los que supuestamente se les exige la misma calidad y requerimientos que a los fabricados en España, pero ya se ha demostrado que no es así.

Estos materiales y equipos, simplemente dañan el mercado nacional mermando las empresas existentes y la posibilidad de creación de muchas nuevas, así como los puestos

Pedro García – Trejo González, CEO de GTG Ingenieros