Una patada hacia adelante

La evaluación que hacemos de una situación depende del punto de vista que tenemos. El acuerdo alcanzado para hacer más justo el régimen de cotización a la seguridad social de los autónomos es un avance, pero depende desde dónde lo observemos.

Aparentemente el acuerdo es sencillo y consigue la reivindicación de conceder a los autónomos españoles cuotas progresivas en función de los ingresos.

Hasta aquí, en realidad, todo bien. Es un avance. Pero las cosas son más complejas que esto.

La reciente modificación del RETA, aprobada in extremis por ATA y otras dos organizaciones de autónomos no va a permitir salvar sus posibilidades de supervivencia, tal como nos dicen.

Estamos de acuerdo en que algunos autónomos pagan mucho en comparación con ingresos muy escasos, de manera que la cotización diezma su rendimiento. Para este segmento de autónomos que empiezan va a significar un avance. Eso está bien.

Sin embargo, los autónomos más consolidados que han logrado avanzar en la gestión de su economía, muchos de ellos generando empleo y una mayor productividad al sistema, entran en terrenos bastante más complicados.

Hay un muro para el crecimiento a quienes llevan ya un recorrido en su emprendimiento.

El sistema de tramos

El sistema de tramos que no hace progresiva la cotización por algo tan sencillo como un porcentaje, como sí se hace en otros países europeos, hará que el paso de uno a otro suponga un auténtico desafío para el crecimiento de la actividad y su gestión.

Pongamos un ejemplo, soy un autónomo que tras ser apreciado por mis servicios, he logrado crecer. Alcanzo a los 1500 €/mes y según el nuevo sistema me corresponde una cotización de 294€. Supongamos que esto me permite ser rentable, pagando la Seguridad Social más todos los impuestos y costes de mi actividad.

En el momento en que paso a cobrar 1700€ la rentabilidad disminuye, pues paso a cotizar por el tramo siguiente y no queda compensado por el aumento de lo que ingreso.

Tendría que esperar a estar en el nivel más alto del tramo, es decir, ingresar hasta 1850 euros en que aún pago los 350 euros para estar compensado. Luego ya paso al siguiente tramo. Esto puede ocurrir por ingresar solo 1€ más del límite de ingresos necesarios para pasar al siguiente tramo.

Los ingresos, lamentablemente, no suelen aumentar por tramos.

Es decir, más desafío, más circunstancias a evaluar, más ocuparse de gestionar la actividad con la vista puesta en la forma de cotizar y menos en producir. Que es lo que en realidad nos corresponde hacer para aportar a la creación de la riqueza que necesitamos.

Con esta medida se pone un techo/límite de ingresos que debe percibir un autónomo. Superada una cantidad (sobre los 2.500 o 3000 euros) no parece interesante mantenerse en el régimen de autónomos.


Lo que aportan los autónomos

Con esta medida el gobierno intenta aplanar el déficit crónico de 10.000 millones, debido a que el 85% de los autónomos cotizan por la base mínima, no llegando a más de 300 euros de cotización mensual. De esta forma los autónomos alcanzarían a tener una mejor pensión. Incluso favoreciendo que los mayores de 47 años puedan contribuir con mayores cantidades.

Sin embargo, se ha evaluado si, ¿con un nivel de endeudamiento del 70% en las microempresas (la mayoría constituidas por autónomos) parece “razonable” que el problema sea la cotización a la seguridad social?

No se es consciente del nivel recaudatorio de los autónomos. ¿Es poca ayuda al Estado abandonar las filas del paro, generar actividad económica, recaudar, cotizar? Los autónomos a través de su actividad recaudan una cantidad aproximada de 50.000 millones de euros (en IVA, 3.500/4.000 millones en Galicia) y está cotizando en IRPF en muchas ocasiones al 37%, superior respecto a 25% que lo hace una sociedad.

Los cambios de fondo que necesita el RETA tienen que ver con dar al autónomo su verdadero estatus: ni empleado ni empresario. Es un emprendedor autogestionado que lo convierte en un engranaje vital del tejido productivo. No es suficiente incorporar a los nuevos para adelgazar las cifras del paro, aunque esta sea esta una buena medida. En cambio necesitamos fortalecer a los que deben usar esta figura de cotización a lo largo de toda su vida laboral.

Al final, con una decisión parcial hasta el 2025, se trata de una patada hacia adelante.