Se acerca a los 109 millones de euros en riesgo vivo

Sogarpo concedió hasta septiembre 476 avales a 277 empresas

Durante los tres primeros trimestres de 2019, Sogarpo, la Sociedad de Garantía Recíproca de Pontevedra y Ourense, inyectó 36,13 millones de euros al sector empresarial, un 11,9% más que en el mismo período de 2018.

Sogarpo concedió hasta septiembre 476 avales a 277 empresas
Junta general de Sogarpo, celebrada en la sede de la CEP.
Imagen de archivo de una junta general de Sogarpo.

El balance de actividad de Sogarpo durante los nueve primeros meses del año refleja una aceleración del crecimiento, el cumplimiento de los objetivos fijados para el conjunto del ejercicio y la aportación del nuevo plan estratégico. Este renovado modelo se basa en un mayor acercamiento a las empresas, a los emprendedores y a los profesionales; en el asesoramiento permanente y cualificado; y en la eficiencia para conectar vías de financiación y planes de negocio capaces de ampliar la especialización y modernización de la economía gallega.

Hasta septiembre, Sogarpo concedió un total de 476 avales a 277 empresas. Solo la operativa desarrollada por la entidad en los nueve primeros meses del año ha permitido dar consistencia a 3.660 puestos de trabajo en el conjunto de Galicia. 

Con esta positiva evolución, la entidad, que el pasado ejercicio conquistó por primera vez desde 2013 la barrera de los 100 millones de euros en riesgo en vigor (importe total de los avales vivos), escala ahora hasta un nuevo nivel y se acerca ya a los 110 millones en riesgo vivo. Al cierre de 2018 ascendía a 101,44 millones, mientras que al finalizar el tercer trimestre de 2019 subió a 108,87 millones. 

El crecimiento en tasa interanual (comparativa entre los tres primeros trimestres de 2019 y el mismo período de 2018) es del 9,5%. El riesgo vivo de Sogarpo ha facilitado la actividad empresarial y el fortalecimiento de un total de 1.906 empresas y ha permitido afianzar y consolidar 16.436 puestos de trabajo, un 5,3% más que a la misma fecha del año anterior.

Las empresas beneficiarias de las operaciones de aval realizadas entre enero y septiembre de este año han destinado a inversión el 65,4% del capital, y a circulante el 25,1%. El resto de las formalizaciones por destino fue para avales técnicos (fianzas), el 5,9%; para otros avales financieros, el 1,6%; y para otros avales técnicos, el 2% restante. El 37,5% de las empresas optaron por plazos de amortización comprendidos entre menos de un año y 8 años.

Perfil de las empresas beneficiarias

El sector servicios concentró el 40,1% del importe total de las formalizaciones, seguido por el comercio (28,4%), la construcción (13,9%), la industria (11,9%) y el sector primario (5,6%).

Dentro del riesgo en vigor, el 34,2% del importe avalado por Sogarpo tiene como beneficiarias a sociedades con una facturación inferior a 156.000 euros, mientras que, en el extremo contrario, el 19% de las sociedades sobrepasa los 3 millones de euros en cifra de negocio.

Esa misma universalidad, proporcionalidad y grado de apertura se observan también desde la variable del tamaño de las empresas. El 17,4% de las avaladas supera los 25 trabajadores en plantilla, proporción similar a la de las que se encuentran en el tramo de 11 a 25 empleados (17%) y en el de 5 a 10 (17,4%).

Valoración

El presidente de Sogarpo, Artur Yuste, resalta que los resultados cosechados por la entidad en los nueve primeros meses del año “se encuentran muy en línea con las previsiones estratégicas que nos habíamos marcado cuando planificamos el ejercicio. Estamos cumpliendo a buen ritmo los objetivos fijados y Sogarpo se reafirma como una entidad de proximidad y de cercanía, como una pieza clave para la financiación empresarial en Galicia y como una sociedad cada vez más permeable, directa y accesible para los excelentes proyectos que surgen en esta comunidad”.

Más allá de los resultados tangibles y de las cifras de actividad, Artur Yuste ensalza “la huella social que dejan las Sociedades de Garantía Recíproca, alentando ideas de negocio, forjando empleos y conectando dos realidades que no siempre consiguen cruzarse en el camino, la financiera y la productiva”.

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