El futuro del oro como valor refugio

El oro, considerado por muchos como el metal precioso por excelencia, alcanzó su último máximo histórico de cotización en marzo de 2020, llegando a marcar 2089 USD por onza, cuando el pánico por la pandemia activó su actuación como “valor refugio”, dado que cuenta con la capacidad de preservar la riqueza y dicen que es más seguro que el papel moneda.

El futuro del oro como valor refugio
El oro, considerado por muchos como el metal precioso por excelencia, alcanzó su último máximo histórico de cotización en marzo de 2020.
El oro, considerado por muchos como el metal precioso por excelencia, alcanzó su último máximo histórico de cotización en marzo de 2020.

En realidad, desde principios de 2019 ya había comenzado una clara tendencia alcista, como se puede ver en el gráfico a continuación. Sin embargo, a día de hoy, ha marcado mínimos de los últimos nueve meses, niveles ligeramente por debajo de 1700 USD, una caída bastante pronunciada desde agosto de 2020.

Todo esto puede deberse a varios factores, los cuales analizamos para operar en futuros oro.

La recuperación de la economía

Una recuperación más rápida de lo esperado para la economía mundial y, en consecuencia, unido en el corto plazo a un fuerte aumento en los rendimientos de los bonos y la apreciación del dólar, han afectado negativamente al mercado del oro.

Creemos que mientras que la FED se sienta cómoda, tal y como advirtió Powell en el discurso del pasado jueves, con la rentabilidad actual de los bonos USA y si esta situación se prolonga, podrían verse incluso niveles cercanos a 1500 USD la onza, aunque posiblemente el oro ya ha descontado parte de esto en el precio actual.

De momento todo apunta a que podemos ver un retroceso mayor, siempre y cuando el escenario actual se mantenga o incluso se acentúe, algo que parece probable en las próximas semanas.

El mayor coste de oportunidad de mantener posiciones en oro si las rentabilidades de los bonos aumentan (como está sucediendo estas semanas), ya que afectan significativamente al precio del metal dorado, el cual perdería su atractivo. En la práctica, estamos viendo cómo se está plasmado con las salidas importantes de capital en los ETFs referenciados al oro durante el pasado mes de febrero.

La inflación no parece preocupar

En Estados Unidos, la política monetaria por parte de la FED para sostener la economía durante la pandemia y que aún dura en la actualidad, ha causado una depreciación del dólar y una incipiente y cada vez más notoria preocupación por la inflación.

Sin embargo, algunos expertos sostienen, que si la inflación estuviera preocupando, el valor del oro se dispararía, y de momento no lo está haciendo, por lo tanto parecería que la sabiduría colectiva indica que el Quantitative Easing no llevará a gran nivel de inflación o de hiperinflación.

El futuro del bitcoin como nuevo refugio

En los últimos meses también hemos visto unas subidas muy acentuadas del Bitcoin y de otras criptomonedas.

El momento de cambio de tendencia del oro hacia abajo, en agosto-septiembre de 2020, coincide con el impulso del Bitcoin hacia arriba, de los 10,000 a los 58,000 USD, una subida muy pronunciada que ha permitido multiplicar una inversión por más de cinco veces en dicha criptomoneda.

Esta “coincidencia” puede evidenciar una correlación negativa entre los dos valores y puede ser un indicio de que hay capitales fluyendo del antiguo valor refugio al nuevo, poniendo sobre la mesa esta hipótesis, aún algo aventurada.

También el hecho de que inversores institucionales hayan decidido invertir en criptomonedas o más concretamente en Bitcoin, entre ellos personas influyentes como Elon Musk (Tesla) o Michael Saylor (Microstrategy), y otras entidades de reconocido prestigio, han puesto todos los focos sobre el Bitcoin que, ahora, situado en 47,000 está en un punto de inflexión, donde puede “pincharse” o efectivamente seguir haciéndole competencia al oro como el nuevo valor refugio.

A pesar de lo mencionado anteriormente, las políticas por parte de los bancos centrales sin precedentes de apoyo a las economías, la sensación de que las empresas podrán recuperar la capacidad de ingresos previa antes de la pandemia, el bajo nivel de los tipos de interés, que por las noticias que se manejan seguirán así al menos hasta 2023 y una previsible subida de la inflación nos hace pensar que los inversores seguirán buscando “activos refugio” y nos cuesta creer que entre ellos no se encontrará el oro.

El equipo de iBroker

Los futuros son un producto financiero que no es sencillo y puede ser difícil de comprender.

El presente artículo puede considerarse pieza publicitaria de ibroker.es. Puede consultar más información sobre el producto en el KID disponible en la web ibroker.es.

El futuro del oro como valor refugio