IV Edición del Congreso Internacional Aeronáutico y Espacial

La industria aeronáutica aguarda una nueva etapa de recuperación

Retos y proyectos de futuro de la industria aeronáutica fueron el eje conductor de la IV Edición del Congreso Internacional Aeronáutico y Espacial (CIAG) organizado por el Consorcio Aeronáutico Gallego este lunes en Vigo en formato presencial y streaming.
La industria aeronáutica aguarda una nueva etapa de recuperación
Una de las ponencias del IV Congreso
Una de las ponencias del IV Congreso Internacional Aeronáutico y Espacial.
En el acto de apertura institucional, y ante unos 60 empresarios del sector que acudieron presencialmente al Auditorio Mar de Vigo y otros cientos que siguieron el congreso por Internet, el presidente del Consorcio Aeronáutico Gallego (CAG), Enrique Mallón, destacó que actualmente en Galicia más de 40 empresas y más de 1.000 personas trabajan para la industria aeronáutica, que se consolida como una industria de presente y de futuro.

“Vuelve la ilusión a la industria aeronáutica y espacial después del impacto del covid, donde esta ha sido una de las industrias más afectadas. A pesar de todo, la aeronáutica en Galicia ha hecho un enorme esfuerzo por preservar el talento, tanto que la caída en empleo se ha limitado, a pesar de todo, a un residual 2%”.

Mallón insistió en que estamos ante una industria tecnológica y avanzada, y que cuenta con el apoyo institucional que se merece, por lo que se abrirá ahora una nueva etapa de recuperación. “Este Congreso nos permite retomar el contacto directo, renovar ilusiones y retomar proyectos que marcarán el pulso y futuro de nuestra industria en los próximos años”.

Posteriormente, en la clausura, el vicepresidente Económico de la Xunta de Galicia, Francisco Conde, aseguró que "tenemos la ambición de recuperar el pulso del sector aeronáutico y espacial, con el convencimiento de la capacidad instalada de Galicia a nivel industrial y tecnológico, del que el CAG es un escaparate perfecto; y por otro lado el saber hacer de nuestras empresas y la colaboración público-privada. Eso es lo que estamos haciendo desde el Polo Aeroespacial, que está situando a Galicia como referente en la aviación no tripulada”.

Socios estratégicos para el Polo Aeroespacial de Galicia

En el marco de la nueva licitación abierta por la Xunta, Conde destacó que han recibido 10 solicitudes para conformar los socios tractores que en 2025 van a trabajar en el desarrollo de los proyectos del Polo Aeroespacial de Galicia, con especial hincapié en incorporar a las pymes a sus cadenas de valor de cara a generar una huella digital de calado. Con un presupuesto de 40 millones de euros, la previsión del Gobierno gallego es firmar entre cuatro y ocho acuerdos de asociación para desarrollar alrededor de 80 proyectos de I+D.

Ponencias de líderes del sector

A lo largo de la mañana se desarrollaron varias ponencias a cargo de líderes del sector aeronáutico. Así, Isabel del Pozo, directora de Fondos de Recuperación de Airbus, indicó que “para conseguir una movilidad sostenible necesitamos invertir en nuevas tecnologías, motores y estándares que permitan la electrificación. El gran reto es asegurar que el espacio aéreo estará listo para integrar estos nuevos vehículos y sus operaciones. En España tenemos unas capacidades impresionantes, podemos ofertar casos de uso marítimos, de montaña, en semidesiertos, centros urbanos y rurales…  Pero necesitamos armonizar en una estrategia nacional para la nueva movilidad aérea, hojas de ruta claras sobre qué industria queremos desarrollar, porque tenemos la oportunidad de los fondos next generation, que es una bolsa de oxígeno para la industria”.

Matheu Parr, director de negocio de cliente en Rolls Royce, explicó desde Londres que el reto de la electrificación requiere un desarrollo a largo plazo: “actualmente la electrificación con baterías abre el camino para aplicaciones de recorrido reducido. En unos años serán necesarios turbogeneradores para cubrir un mayor rango y con mayor madurez tecnológica, y ya de 2030 en adelante estaremos en el desarrollo de aeronaves propulsadas por hidrógeno, por ejemplo en viajes de negocios con un número reducido de pasajeros.

Patricia Argerey, directora de la Axencia Galega de Innovación, expuso por su parte el potencial de la industria gallega en el ámbito de los vehículos aéreos no tripulados a través de la iniciativa Civil UAVs Initiative, que ha movilizado ya 264 millones de euros, 50 proyectos y 900 profesionales. “A futuro, el potencial de mercado es inmenso, es un nicho que prevé una facturación anual de 10.000 millones de euros en 2025”. Argerey destacó “la iniciativa de compra pública que ha abierto la Xunta en el marco de la Civil UAVs, para dar respuesta a la tecnología necesaria desde la colaboración público-privada, con el objetivo de concentrar esfuerzos en proyectos estratégicos como este”

María Dolores Vázquez, Manufacturing Technology Specialist de Boeing, explicó que la industria aeronáutica ha triplicado por tres el tráfico de pasajeros en los últimos 30 años pero, sin embargo, ha conseguido mantener estables sus emisiones: “esto demuestra que somos capaces de seguir avanzando en la eficiencia y el respeto al medioambiente. Para ello, desde Boeing nos vamos a centrar en en programas que compensen las emisiones de CO2, los combustibles sotenibles, cambios en el modelo de operar los vuelos y cambios en la propulsión. Ese es el camino irrenunciable hacia la descarbonización en 2050.

Walter Da Costa, responsable de ventas internacionales de Tecnam, incidió en el músculo de la industria gallega, con la que la empresa italiana, fabricante de componentes y de naves ligeras, tiene una estrecha relación: “Para nosotros es un placer estar implicados en el proyecto Targus con Indra aquí en Galicia, con el que ya hemos conseguido probar con éxito nuestro avión opcionalmente tripulado”.

Manuel Rodríguez Cerezo, director del Programa FCAS en Indra, explicó que esta “ambiciosa iniciativa va a contribuir a la estructuración de la industria de defensa en España y a dar impulso a tecnologías de carácter dual que van a transformar el sector y su posicionamiento en Europa. Es un proyecto tractor de tecnologías”. El programa FCAS, impulsado por Francia, España y Alemania, no sólo va a producir un nuevo avión de combate, sino también muchos otros desarrollos como un nuevo sistema de propulsión, operadores remotos a través de inteligencia artificial; la llamada nube de combate (con su consecuente conectividad y ciberseguridad), o los sensores avanzados.

Finalmente, Antonio Velázquez, director del Aeroclúster de Querétaro, detalló las oportunidades que existen para ahondar en la colaboración con México, que cuenta con 368 instalaciones industriales, más de 60.000 empleos y siendo el 6ª país exportador a EEUU.

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