La flota de Burela estima ya un 32% de reducción de las capturas de merluza

El sector pesquero espera que la Comisión Europea reconsidere el cierre de 87 zonas de pesca

El cierre de 87 zonas pesqueras para la pesca de fondo y su impacto directo en el sector pesquero español han centrado una jornada técnica celebrada en Vigo por Pesca España, la recién creada Asociación de Organizaciones de Productores Pesqueros. 

El sector pesquero espera que la Comisión Europea reconsidere el cierre de 87 zonas de pesca
Javier Garat y Rosa Quintana, en un momento de la jornada técnica organizada por en Vigo.
Javier Garat y Rosa Quintana, en un momento de la jornada técnica organizada por Pesca España en Vigo.

La jornada ha tenido lugar en la Cooperativa de Armadores del Puerto de Vigo (ARVI) y ha contado con la participación de representantes y expertos del sector: Organizaciones de Productores (OPP) como la de Lugo (OPP-7), Puerto de Celeiro (OPP-77), Pesca Fresca del Puerto de Vigo (OPPF-4) o la de los Armadores Punta del Moral (OPP-80); la Alianza Europea de la Pesca de Fondo (EBFA) y el Instituto Español de Oceanografía. La encargada de clausurar el acto ha sido la conselleira do Mar, Rosa Quintana.

El pasado mes de septiembre la Comisión Europea aprobó un Reglamento de Ejecución que estableció el cierre de 87 zonas pesqueras para la pesca de fondo con el fin de proteger los ecosistemas marinos vulnerables en aguas de España, Portugal, Francia e Irlanda. Durante la jornada se ha debatido sobre todo lo que rodea a esta decisión desde diferentes puntos de vista, como el científico, el político o el socioeconómico, repasando el impacto directo e indirecto que está teniendo en las distintas flotas de la geografía española.

La unanimidad de los participantes en la jornada de Pesca España fue palpable. “Esta importante decisión no tiene en cuenta la mejor información científica disponible ni el grave impacto socioeconómico que conlleva. Tras consultar con los expertos, la Comisión Europea debería reconocer que se ha equivocado, reconsiderar su decisión, dar marcha atrás y revisar las zonas afectadas para proteger los ecosistemas marinos vulnerables en las zonas donde realmente existan y de los artes que puedan tener impacto sobre las mismas”, ha afirmado Javier Garat, presidente de Pesca España.

Así lo cree también José Manuel González Irusta, científico titular del Instituto Español de Oceanografía - CSIC, que explicaba que, “aunque el Reglamento de Ejecución afecta a todas las artes de pesca de fondo, el informe científico se hizo teniendo en cuenta exclusivamente los datos de los artes móviles, es decir, del arrastre, y no de los artes estáticos, como el palangre de fondo o del enmalle”. Durante su participación el científico ha puesto foco en la injusticia que supone para las mismas: “no tiene sentido que las artes que menos impacto tienen, sean las que se vean más afectadas”. Asimismo, ha añadido que “con la revisión del informe científico del CIEM, en el que se han incluido los datos actualizados que no se tuvieron en cuenta previamente, vamos a ver cómo se incrementa el número de zonas. Por ello, es fundamental que la Comisión Europea sólo lo aplique a las flotas de arrastre y que lo haga en las zonas donde realmente están identificados los ecosistemas marinos vulnerables”.

Impacto en los caladeros

Dos meses después del cierre ya es posible analizar y ver el impacto real de la medida. “Aunque en un primer momento no se ven, siempre hay consecuencias que van aflorando y que son relevantes porque afectan a los stocks que están bien gestionados y suponen daños en otras zonas no contempladas en la medida”, ha afirmado Edelmiro Ulloa, director gerente de la Organización de Productores de Pesca Fresca del Puerto de Vigo (OPPF-4), que representa, principalmente, a buques de arrastre que pescan en las aguas de Gran Sol.

Otra de las zonas afectadas es el Golfo de Cádiz, donde no hay flota dedicada al palangre de fondo, pero sí de arrastre. Así lo ha explicado Alonso Abreu, presidente de la OPP-80: “el cierre de estas zonas con supuestos ecosistemas marinos vulnerables va a afectar a nuestra flota especializada en la captura de cigala y de gamba grande, va a tener un efecto rebote e impactará, indirectamente, en nuestro caladero, pues se va a concentrar en una misma zona una mayor cantidad de barcos, lo que afectará a su vez a la captura de las diferentes especies”.

Las consecuencias son más evidentes en el Norte de España, concretamente para la flota gallega. En el caso de Celeiro, uno de los puertos más relevantes para la captura de merluza junto con Burela, “la medida puede llegar a afectar a 2.000 puestos de trabajo en una población de 15.000, lo que podría tener un impacto tremendo en la Mariña lucense”, destacaba Jesús Lourido, gerente de la Organización de Productores Pesqueros del Puerto de Celeiro (OPP-77). Además, añadía que “se estima una reducción de las capturas de merluza en nuestros 29 buques en torno al 20% y se están comenzando a producir conflictos en los caladeros entre flotas de España e Irlanda”.

Durante toda la jornada técnica de Pesca España se ha mostrado la preocupación y responsabilidad de todos los profesionales del sector por la sostenibilidad. “Lo más importante es buscar el equilibrio entre todos. Sabemos que el arrastre es un arte que tiene impacto sobre la naturaleza pero, si se hace bien y está controlado, la huella es estable y tiene una contrapartida que a veces se pasa por alto: nos aporta un producto bueno, variado y saludable para alimentar a la población”, ha afirmado Iván López van der Veen, presidente de la Alianza Europea de la Pesca de Fondo (EBFA).

Por su parte, Edelmiro Ulloa ha explicado también que “a diferencia de otros sectores, la pesca actúa sobre un recurso que es natural, pero que también es renovable. Por ello, esperamos la revisión y las consultas que tendrían que haberse hecho antes de instaurar la medida.  Debemos ser optimistas y esperamos que, desde la Comisión Europea, se reconsidere y cambien de opinión”.

Reacción del sector y recursos jurídicos

La última mesa redonda de la jornada ha profundizado en la reacción del sector y los recursos jurídicos y trabajo institucional que se está llevando a cabo ante los organismos nacionales y europeos. Tras presentar el recurso ante el Tribunal de Justicia Europeo el pasado 13 de diciembre en Luxemburgo, el gerente de la Organización de Productores Pesqueros de Lugo (OPP-7), Sergio López, hacía un llamamiento al sector pesquero español: “Tenemos que estar y permanecer unidos. Tenemos que defendernos porque hay posibles daños irreversibles porque, si un barco se para, no se vuelve a arrancar tan fácilmente. Es un proceso complicado y un proceso caro, pero el verdadero problema es el tiempo, porque la medida puede significar que dentro de tres años no haya barcos palangreros de fondo en nuestro país. En el caso concreto de Burela, tras 50 días de entrada en vigor, la medida tiene una afectación media de un 32% de reducción de las capturas de merluza”.

Respecto a la previsión de tiempos para los próximos pasos, Javier Garat, presidente de Pesca España, ha explicado que en enero se prevé la publicación del informe del Consejo Internacional de Exploración del Mar (CIEM); en marzo el del Comité Científico, Técnico y Económico de la Pesca (STEFC), lo que se traduce en que posiblemente no se revise el Reglamento de Ejecución hasta después del verano del año que viene. “Lo preocupante es que, como siga en sus trece y no dé un paso atrás, la situación puede empeorar. No solo dejarían de reducirse las zonas, sino que se ampliarían, lo que podría tener unas consecuencias nefastas para el sector pesquero español: un sector esencial y un motor económico clave para nuestro país”, añadía al aproximarse el final del acto.

Durante el discurso de clausura, la conselleira do Mar, Rosa Quintana, además de calificar la medida de Bruselas como “una de las decisiones que más daño nos han hecho en los últimos años”, ha reconocido como muy necesaria y valiente la creación de una AOP como Pesca España para ejercer de altavoz del sector y aliado en todos los temas que afectan al sector pesquero, como es el caso del cierre de las zonas con supuestas áreas marinas vulnerables. Sobre esto, ha explicado que “nos encontramos ante un debate con muchas aristas y, lamentablemente, con más sombras que luces. Continuaremos al frente de una lucha caracterizada por la incertidumbre, pero no nos rendiremos. Seguiremos trabajando como lo hemos hecho hasta ahora, con la certeza que nos da el ser todos parte de esa Galicia y esa España, que representa a un sector responsable, sostenible y competitivo”.

El sector pesquero espera que la Comisión Europea reconsidere el cierre de 87 zonas de pesca