Estudio "Longevidad y cambios en el ahorro y la inversión"

Un estudio del IEAF ve imprescindible una mejor gestión de la riqueza para optimizar el proceso de longevidad

Más del 60% de los hogares españoles gasta más de lo que ingresa, y en el caso de Galicia, la población mayor de 65 años es la que mayor porcentaje de su renta dedica al gasto en vivienda habitual.

Un estudio del IEAF ve imprescindible una mejor gestión de la riqueza para optimizar el proceso de longevidad
Presentación del estudio en el Centro Abanca Obra Social de Santiago./X.CRESPO.
Presentación del estudio en el Centro Abanca Obra Social de Santiago./X.CRESPO.

Son datos que se deducen del informe "Longevidad y cambios en el ahorro y la inversión", presentado este jueves en Santiago de Compostela por la presidenta de la Delegación gallega del Instituto Español de Analistas Financieros (IEAF), Emilia Vázquez, su secretario general, Javier Méndez, y la directora xeral de Familia de la Xunta, Amparo González. Posteriormente tuvo lugar una mesa redonda en la que participaron la coordinadora adjunta de Afundación y de IESIDE, Carlota Sánchez-Montaña Puga, la vicepresidenta del Observatorio Demográfico de Galicia, María Xosé Rodríguez Galdo, el director xeral de Asistencia Sanitaria del Sergas, Jorge Aboal Viñas, y el director de la Fundación Inade, Adolfo Campos Carballo.

La longevidad es consecuencia de los cambios acaecidos en las sociedades modernas, sin embargo, este envejecimiento de la población mundial está imponiendo profundas transformaciones en la economía global. España, en donde la población por encima de 65 años se ha más que duplicado desde 1960, no es ajena a esta tendencia. Así se recoge en el estudio de la Fundación de Estudios Financieros (FEF) y Fidelity, dirigido por Javier Santacruz.  Dicho documento revela que los patrones de consumo y ahorro españoles muestran importantes peculiaridades respecto a países de su entorno. Sin embargo, partiendo de unas condiciones desfavorables para afrontar el proceso de longevidad, se está a tiempo de poder revertir esta situación con más ahorro, una mayor previsión de largo plazo y una mejor gestión de su riqueza. El modelo que propone el estudio facilita la consecución de estos objetivos de largo plazo. En Galicia, donde tenemos una de las poblaciones más envejecidas del mundo, el debate está servido.

La evolución del consumo y la renta disponible han modificado profundamente el ahorro familiar, que se dirige tanto hacia la inversión a largo plazo, sobre activos reales, como hacia un mayor peso de los productos de vida y ahorro, destinados a la jubilación.  Sin embargo, se constata que más del 60% de las familias gasta, recurrentemente, más de lo que ingresa, lo que les obliga a acudir al endeudamiento de forma continua, especialmente para financiar la compra de vivienda. En este sentido, Galicia, según los datos del estudio, tiene la población mayor de 65 años que mayor porcentaje de su renta dedica al gasto en vivienda habitual de toda España, el 30,5% de su renta, frente al 24,8% de la media estatal.

Planificación del futuro

En la mesa redonda posterior a la presentación del estudio, Carlota Sánchez-Montaña, coordinadora adjunta de Afundación, consideró que los seres humanos tenemos un problema para planificar nuestro futuro, sufrimos una especie de “desconexión” con la persona que seremos dentro de unos años. Sin embargo, las personas que logran “interactuar” con su “yo futuro”, pudiéndose ver en edad avanzada, son proclives a ahorrar para su jubilación hasta un 120% más que las personas que sólo imaginaban la situación, pero no eran capaces de verse de “mayores”.

Según la vicepresidenta del Observatorio Demográfico de Galicia, María Xosé Rodríguez Galdo,  en nuestra comunidad autónoma, existe la imperiosa necesidad de crear una estrategia de crecimiento acorde con el escenario demográfico actual, es urgente retener a los jóvenes, con trabajos estables, y mejorar la tasa de natalidad. Es importante ver lo que ocurre a nuestro alrededor y aprender de ello, países en donde las mujeres tienen trabajo estable, como Francia o Países Nórdicos, las tasas de fecundidad son más elevadas. Incluso en España, en los años anteriores a la crisis, se constata un repunte de esa tasa. Rodríguez Galdo sugirió, también, que no debemos olvidar aquellos aspectos positivos de ésta situación, tanto sociales como económicos, ya que, longevidad también significa progreso: el incremento de la esperanza de vida, la democratización de la supervivencia, el empleo generado en este sector y la aportación de tiempo realizada por las personas mayores, de manera altruista, tanto a sus familias, como al conjunto de la sociedad, que se puede cuantificar en un 6,59% del PIB de nuestro país.

Por contra, uno de los grandes retos que debe asumir Galicia es el gasto sanitario inherente a esta población envejecida. Jorge Aboal, director xeral de Asistencia Sanitaria del Sergas, manifestó que nuestra Comunidad se ve obligada a adaptarse a las nuevas demandas asistenciales derivadas de ello: mayor prevalencia de enfermedades crónicas, polimedicación, fragilidad....e informa, además, que el gasto farmacéutico los mayores de 65 años en Galicia, supera los dos tercios del gasto total, y se sitúa en 450 millones de euros anuales. En el  año 2017, el porcentaje de población mayor de 65 años era, en Galicia, del 24,6 (frente al 19 de todo el Estado) y las proyecciones para el 2031 sitúan esos porcentajes en el 31,3, para Galicia, y en el 25,6, para todo el Estado. Por lo tanto, en el momento actual, Galicia está en una situación similar a la que tendrá España dentro de, aproximadamente, 15 años. La “Estratexia Sergas 2020” establece medidas para conseguir disminuir la carga de enfermedad a través de la prevención y la prestación de servicios asistenciales eficientes y con la  máxima calidad.

Adolfo Campos, director de la Fundación Inade, fue contundente al afirmar que la industria aseguradora tiene un papel importante en este nuevo escenario al que nos enfrentamos y debe dar respuesta a los ciudadanos para asumir el riesgo de la longevidad, a la vez que proponer soluciones específicas para las personas mayores de 70 años, ya que la esperanza de vida es cada vez mayor.

Un estudio del IEAF ve imprescindible una mejor gestión de la riqueza para optimizar el proceso de longevidad