Así lo constata el informe de la Atriga que este jueves conoció el Consello de la Xunta. De él se desprende que el año pasado se comprobaron 280.400 autoliquidaciones del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, un 6% má de comprobaciones que en 2015. Se trata de los dos tributos que concentran la mayor parte de los ingresos tributarios que gestiona la Xunta.

Una de las conclusiones del informe es que el fraude fiscal bajó en 2016, pues el 92% de las autoliquidaciones eran correctas, frente al 88% del año anterior.

Para las personas que no cumplieron, la Atriga practicó 23.000 liquidaciones, una cifra que en consecuencia es menor que la de 2015. Fruto de esta labor de gestión, se detectaron 102,6 millones de deuda tributaria sin declarar.

En lo que se refiere al área de inspección, la Atriga triplicó las actuaciones realizadas sobre grandes patrimonios y, por estas vías, obtuvieron 36,3 millones de euros.

Por otra parte, el número de bienes valorados por la Agencia Tributaria superó los 517.000, lo que supone un incremento del 1,1% respecto al año pasado.

Asimismo, el año pasado se concedieron aplazamientos y fraccionamientos en el pago de impuestos por un importe de 21,1 millones de euros, cantidad que supone una bajada importante (14%) respecto al año anterior.

Control tributario en 2017

Por otra parte, el plan de control tributario para 2017 se caracterizará por la busca de nuevas fuentes de datos, principalmente la información procedente de internet y las redes sociales y el intercambio de datos con la Agencia Tributaria estatal, que pasará a ser la regla y no la excepción, lo que permitirá mejorar la gestión de los datos y reducir los costes administrativos. Galicia también se va a beneficiar de los nuevos convenios de colaboración entre España y otros países, para hacer aflorar patrimonio oculto.